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    • By NASA
      NASA’s UAVSAR airborne radar instrument captured data in fall 2024 showing the mo-tion of landslides on the Palos Verdes Peninsula following record-breaking rainfall in Southern California in 2023 and another heavy-precipitation winter in 2024. Darker red indicates faster motion.NASA Earth Observatory Analysis of data from NASA radar aboard an airplane shows that the decades-old active landslide area on the Palos Verdes Peninsula has expanded.
      Researchers at NASA’s Jet Propulsion Laboratory in Southern California used data from an airborne radar to measure the movement of the slow-moving landslides on the Palos Verdes Peninsula in Los Angeles County. The analysis determined that, during a four-week period in the fall of 2024, land in the residential area slid toward the ocean by as much as 4 inches (10 centimeters) per week.
      Portions of the peninsula, which juts into the Pacific Ocean just south of the city of Los Angeles, are part of an ancient complex of landslides and has been moving for at least the past six decades, affecting hundreds of buildings in local communities. The motion accelerated, and the active area expanded following record-breaking rainfall in Southern California in 2023 and heavy precipitation in early 2024.
      To create this visualization, the Advanced Rapid Imaging and Analysis (ARIA) team used data from four flights of NASA’s Uninhabited Aerial Vehicle Synthetic Aperture Radar (UAVSAR) that took place between Sept. 18 and Oct. 17. The UAVSAR instrument was mounted to a Gulfstream III jet flown out of NASA’s Armstrong Flight Research Center in Edwards, California, and the four flights were planned to estimate the speed and direction of the landslides in three dimensions.
      In the image above, colors indicate how fast parts of the landslide complex were moving in late September and October, with the darkest reds indicating the highest speeds. The arrows represent the direction of horizontal motion. The white solid lines are the boundaries of the active landslide area as defined in 2007 by the California Geological Survey.
      “In effect, we’re seeing that the footprint of land experiencing significant impacts has expanded, and the speed is more than enough to put human life and infrastructure at risk,” said Alexander Handwerger, the JPL landslide scientist who performed the analysis.
      The insights from the UAVSAR flights were part of a package of analyses by the ARIA team that also used data from ESA’s (the European Space Agency’s) Copernicus Sentinel-1A/B satellites. The analyses were provided to California officials to support the state’s response to the landslides and made available to the public at NASA’s Disaster Mapping Portal.
      Handwerger is also the principal investigator for NASA’s upcoming Landslide Climate Change Experiment, which will use airborne radar to study how extreme wet or dry precipitation patterns influence landslides. The investigation will include flights over coastal slopes spanning the California coastline.
      More About ARIA, UAVSAR
      The ARIA mission is a collaboration between JPL and Caltech, which manages JPL for NASA, to leverage radar and optical remote-sensing, GPS, and seismic observations for science as well as to aid in disaster response. The project investigates the processes and impacts of earthquakes, volcanoes, landslides, fires, subsurface fluid movement, and other natural hazards.
      UAVSAR has flown thousands of radar missions around the world since 2007, studying phenomena such as glaciers and ice sheets, vegetation in ecosystems, and natural hazards like earthquakes, volcanoes, and landslides.
      News Media Contacts
      Andrew Wang / Jane J. Lee
      Jet Propulsion Laboratory, Pasadena, Calif.
      626-379-6874 / 818-354-0307
      andrew.wang@jpl.nasa.gov / jane.j.lee@jpl.nasa.gov
      2025-012
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      Last Updated Jan 31, 2025 Related Terms
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      Missions
      Humans in Space
      Climate Change
      Solar System
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    • By NASA
      En este fotograma de vídeo, Jason Dworkin sostiene un vial que contiene parte de la muestra del asteroide Bennu que la misión OSIRIS-REx (Orígenes, Interpretación Espectral, Identificación de Recursos y Seguridad – Explorador de Regolito) de la NASA trajo a la Tierra en 2023. Dworkin es el científico del proyecto de la misión en el Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA en Greenbelt, Maryland.Credit: NASA/James Tralie Read this release in English here.
      Los estudios de las rocas y el polvo del asteroide Bennu que fueron traídos a la Tierra por la nave espacial de la misión Orígenes, Interpretación Espectral, Identificación de Recursos y Seguridad – Explorador de Regolito (OSIRIS-REx, por sus siglas en inglés) de la NASA han revelado moléculas que, en nuestro planeta, son clave para la vida, así como un historial de la existencia de agua salada que podría haber servido como “caldo” para que estos compuestos interactuaran y se combinaran.


      Los hallazgos no muestran evidencia de vida, pero sí sugieren que las condiciones necesarias para el surgimiento de la vida estaban muy extendidas en todo el sistema solar primitivo, lo que aumentaría las probabilidades de que la vida pudiera haberse formado en otros planetas y lunas.


      “La misión OSIRIS-REx de la NASA ya está reescribiendo los libros de texto sobre lo que entendemos acerca de los comienzos de nuestro sistema solar”, dijo Nicky Fox, administradora asociada en la Dirección de Misiones Científicas en la sede de la NASA en Washington. “Los asteroides proporcionan una cápsula del tiempo sobre la historia de nuestro planeta natal, y las muestras de Bennu son fundamentales para nuestra comprensión de qué ingredientes en nuestro sistema solar existían antes de que comenzara la vida en la Tierra”.
      En artículos sobre esta investigación científica publicados el miércoles en las revistas Nature y Nature Astronomy, científicos de la NASA y otras instituciones compartieron los resultados de los primeros análisis en profundidad de los minerales y moléculas hallados en las muestras de Bennu, las cuales fueron transportadas a la Tierra por la nave espacial OSIRIS-REx en 2023.
      Como se detalla en el artículo de Nature Astronomy, entre las detecciones más significativas se encontraron aminoácidos (14 de los 20 que la vida en la Tierra utiliza para producir proteínas) y las cinco nucleobases (bases nitrogenadas) que la vida en la Tierra utiliza para almacenar y transmitir instrucciones genéticas en moléculas biológicas terrestres más complejas como el ADN y el ARN, incluyendo la forma de organizar los aminoácidos para formar proteínas.


      Los científicos también describieron abundancias excepcionalmente altas de amoníaco en las muestras de Bennu. El amoníaco es importante para la biología porque, en las condiciones adecuadas, puede reaccionar con el formaldehído, el cual también fue detectado en las muestras, para formar moléculas complejas como los aminoácidos. Cuando los aminoácidos se unen en cadenas largas, forman proteínas, las cuales impulsan casi todas las funciones biológicas.
      Estos componentes básicos para la vida detectados en las muestras de Bennu han sido hallados antes en rocas extraterrestres. Sin embargo, identificarlos en una muestra impoluta obtenida en el espacio respalda la idea de que los objetos que se formaron lejos del Sol podrían haber sido una fuente importante de los ingredientes precursores básicos para la vida en todo el sistema solar.


      “Las pistas que estamos buscando son muy minúsculas y se destruyen o alteran con mucha facilidad al exponerse al ambiente de la Tierra”, dijo Danny Glavin, científico principal de muestras en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland, y coautor principal del artículo publicado en Nature Astronomy. “Es por eso que algunos de estos nuevos descubrimientos no serían posibles sin una misión de retorno que trajera las muestras, sin medidas meticulosas de control de la contaminación y sin una cuidadosa curaduría y almacenamiento de este precioso material proveniente de Bennu”.


      Mientras que el equipo de Glavin analizó las muestras de Bennu en busca de indicios de compuestos relacionados con la vida, sus colegas, dirigidos por Tim McCoy, quien es curador de meteoritos en el Museo Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsonian en Washington, y Sara Russell, mineralogista cósmica en el Museo de Historia Natural de Londres, buscaron pistas sobre el entorno en el que se habrían formado estas moléculas. En un informe publicado en la revista Nature, los científicos describen, además, la evidencia que hallaron de un antiguo entorno propicio para poner en marcha la química de la vida.


      Desde calcita hasta halita y silvita, los científicos identificaron en la muestra de Bennu rastros de 11 minerales que se forman a medida que el agua que contiene las sales disueltas en ella se va evaporando a lo largo de extensos períodos de tiempo, dejando atrás las sales en forma de cristales sólidos.


      Se han detectado o ha habido indicaciones de la existencia de salmueras similares en todo el sistema solar, incluso en el planeta enano Ceres y la luna Encélado de Saturno.
      Aunque los científicos han detectado previamente varias evaporitas en meteoritos que caen a la superficie de la Tierra, nunca han visto un conjunto completo de sales sedimentadas que conservara un proceso de evaporación que podría haber durado miles de años o más. Algunos minerales presentes en Bennu, como la trona, fueron descubiertos por primera vez en muestras extraterrestres.


      “Estos artículos científicos realmente se complementan para tratar de explicar cómo los ingredientes de la vida se unieron para hacer lo que vemos en este asteroide alterado acuosamente”, dijo McCoy.
      A pesar de todas las respuestas que ha proporcionado la muestra de Bennu, quedan varias preguntas. Muchos aminoácidos se pueden producir en dos versiones de imagen especular, como un par de manos izquierda y derecha. La vida en la Tierra produce casi exclusivamente la variedad levógira (que va hacia la izquierda, o en sentido antihorario), pero las muestras de Bennu contienen una mezcla igual de ambas. Esto significa que, en la Tierra primitiva, los aminoácidos también podrían haber comenzado en una mezcla de iguales proporciones. La razón por la que la vida “giró hacia la izquierda” en lugar de hacia la derecha sigue siendo un misterio.
      “OSIRIS-REx ha sido una misión muy exitosa”, dijo Jason Dworkin, científico que trabaja en el proyecto OSIRIS-REx desde el centro Goddard de NASA y es coautor principal del artículo de Nature Astronomy. “Los datos de OSIRIS-REx añaden grandes pinceladas a una imagen de un sistema solar rebosante de potencial para la vida. ¿Por qué nosotros, hasta ahora, solo vemos vida en la Tierra y no en otros lugares? Esa es la pregunta verdaderamente cautivante”.


      El centro Goddard de la NASA proporcionó la gestión general de la misión, la ingeniería de sistemas y la garantía y seguridad de la misión OSIRIS-REx. Dante Lauretta, de la Universidad de Arizona en Tucson, es el investigador principal. Esa universidad dirige el equipo científico y la planificación y el procesamiento de datos de las observaciones científicas de la misión. Lockheed Martin Space en Littleton, Colorado, construyó la nave espacial y proporcionó las operaciones de vuelo. El centro Goddard y KinetX Aerospace fueron responsables de la navegación de la nave espacial OSIRIS-REx. La curaduría de OSIRIS-REx es llevada a cabo en el Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston. Las asociaciones internacionales para esta misión incluyen el instrumento de altímetro láser de OSIRIS-REx proveniente de la CSA (Agencia Espacial Canadiense) y la colaboración científica para las muestras del asteroide con la misión Hayabusa2 de la JAXA (Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial). OSIRIS-REx es la tercera misión del Programa Nuevas Fronteras de la NASA, el cual es gestionado por el Centro de Vuelo Espacial Marshall de la agencia en Huntsville, Alabama, para la Dirección de Misiones Científicas de la agencia en Washington.


      Para obtener más información sobre la misión OSIRIS-REx, visita el sitio web (en inglés):
      https://www.nasa.gov/osiris-rex
      -fin-
      María José Viñas /Karen Fox / Molly Wasser
      Headquarters, Washington
      240-458-0248
      maria-jose.vinasgarcia@nasa.gov / karen.c.fox@nasa.gov / molly.l.wasser@nasa.gov
      Rani Gran
      Centro de Vuelo Espacial Goddard, Greenbelt, Maryland
      301-286-2483
      rani.c.gran@nasa.gov
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      Last Updated Jan 29, 2025 EditorJessica TaveauLocationNASA Headquarters Related Terms
      NASA en español View the full article
    • By NASA
      NASA/Don Pettit On Jan. 10, 2025, NASA astronaut Don Pettit posted two images of the Los Angeles fires from the International Space Station. Multiple destructive fires broke out in the hills of Los Angeles County in early January 2025, fueled by a dry landscape and winds that gusted up to 100 miles per hour.
      See satellite imagery of the fires.
      Image credit: NASA/Don Pettit
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    • By USH
      During a live Fox News broadcast covering the intense Palisades wildfire in California, an unusual event captured viewers' attention. A camera aimed at the blazing inferno recorded a mysterious spherical object emerging suddenly from the middle of the flames. This object moved at a remarkable speed before vanishing over the treetops, leaving many wondering about its origin and purpose. 

      The object does not appear to be debris carried aloft by the fire’s updraft. Its trajectory and speed seem too controlled and deliberate to be a random effect of the wildfire. Additionally, the object shows no signs of explosion or disintegration, characteristics that might be expected if it were merely a piece of material affected by the intense heat. 
      Observers have ruled out common explanations such as birds, planes, or helicopters. The object’s rapid movement and apparent change in direction suggest advanced maneuverability, sparking comparisons to UFOs/UAPs. 
      With the growing number of reported sightings involving drones, orbs, and UFOs, the appearance of this potential UFO or drone in such an environment is especially intriguing. Could this object represent evidence of advanced technology monitoring Earth's natural disasters? Or is it an entirely natural but poorly understood phenomenon?
        View the full article
    • By European Space Agency
      Image: Fanned by very strong winds, a wildfire is ripping through the Pacific Palisades in Los Angeles, California. This image captured by the Copernicus Sentinel-2 mission vividly depicts the smoke billowing from the fire near Santa Monica on 7 January 2025, not long after the fire broke out. View the full article
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