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Preguntas frecuentes: La verdadera historia del cuidado de la salud de los astronautas en el espacio


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NASA astronaut and Expedition 72 Flight Engineer Nick Hague pedals on the Cycle Ergometer with Vibration Isolation and Stabilization (CEVIS), an exercise cycle located aboard the International Space Station's Destiny laboratory module. CEVIS provides aerobic and cardiovascular conditioning through recumbent (leaning back position) or upright cycling activities.
NASA

Read this story in English here.

La Estación Espacial Internacional es el hogar de la humanidad en el espacio y una estación de investigación que gira en órbita sobre la Tierra a unos 400 kilómetros (250 millas) de altura. La NASA y sus socios internacionales han mantenido una presencia humana continua a bordo de la estación espacial durante más de 24 años, haciendo investigaciones que no es posible realizar en la Tierra.

La gente que vive y trabaja a bordo de este laboratorio en microgravedad también forma parte de las investigaciones que se llevan a cabo, y ellos ayudan a abordar complejos problemas de la salud humana en la Tierra y preparan a la humanidad para viajar más lejos que nunca, incluyendo la Luna y Marte.

Estas son algunas de las preguntas frecuentes sobre cómo la NASA y su equipo de médicos, psicólogos, nutricionistas, científicos del ejercicio y otros profesionales especializados garantizan la salud y la condición física de los astronautas a bordo del laboratorio orbital.

¿Cuánto dura una estadía típica a bordo de la Estación Espacial Internacional?

Una misión típica a la Estación Espacial Internacional dura unos seis meses, pero puede variar en función del calendario de visitas de naves espaciales, las prioridades de la misión y otros factores. Los astronautas de la NASA también han permanecido a bordo de la estación espacial durante períodos de tiempo más largos. Estas se conocen como misiones de larga duración, y misiones anteriores de este tipo han proporcionado a la NASA cuantiosos datos sobre los vuelos espaciales a largo plazo y sus efectos en el cuerpo humano, los cuales la agencia aplica a cualquier misión tripulada.

Durante las misiones de larga duración, el equipo de profesionales médicos de la NASA se centra en optimizar la salud física y conductual de los astronautas y su desempeño, para ayudar a garantizar el éxito de la misión. Estos esfuerzos también ayudan a la NASA a prepararse para futuras misiones humanas a la Luna, Marte y más allá.

¿Cómo mantiene la NASA saludables a los astronautas mientras están en el espacio?

La NASA tiene un equipo de médicos, psicólogos y otros especialistas en tierra que se dedican a dar apoyo a la salud y el bienestar de los astronautas antes, durante y después de cada misión espacial. La NASA asigna a cada tripulación médicos con formación especializada en medicina espacial, denominados médicos de la tripulación de vuelo, una vez que la tripulación ha sido seleccionada para una misión. Los médicos de la tripulación de vuelo supervisan la atención de salud y la capacitación médica mientras los miembros de la tripulación se preparan para su misión, y monitorean la salud de la tripulación antes, durante y después de su misión a la estación espacial.

¿Cómo apoya la NASA el bienestar mental y emocional de sus astronautas mientras están en el espacio?

El equipo de salud conductual de la NASA proporciona servicios de apoyo psicológico determinados de manera individual para los miembros de la tripulación y sus familias durante cada misión. Garantizar que los astronautas puedan mantener su vitalidad en entornos extremos comienza tan pronto se inicia el proceso de selección de astronautas, en el que los candidatos son evaluados en capacidades como su adaptabilidad y resiliencia. Los astronautas reciben una formación exhaustiva que les ayuda a utilizar herramientas y tratamientos de autoevaluación para gestionar su salud conductual. La NASA también ofrece capacitación en destrezas expedicionarias a fin de preparar a cada astronauta para las misiones en capacidades importantes, como los cuidados personales y el cuidado del equipo, las comunicaciones y las destrezas de liderazgo y colaboración.

Para ayudar a mantener la motivación y la moral a bordo de la estación espacial, los astronautas pueden enviar correos electrónicos, hacer llamadas y videoconferencias con sus familiares y amigos, recibir paquetes personales enviados a bordo de las misiones de reabastecimiento de carga de la NASA y sostener teleconferencias con un psicólogo, si es necesario.

¿Cómo afecta la microgravedad a la salud física de los astronautas?

En microgravedad, sin la carga continua de la gravedad de la Tierra, se producen muchos cambios en el cuerpo humano. La NASA entiende muchas de las respuestas del sistema humano al entorno espacial, entre las que se cuentan las adaptaciones a la densidad ósea, la salud muscular, sensitivomotora y cardiovascular, pero todavía queda mucho por aprender. Estos efectos de los vuelos espaciales varían de uno a otro astronauta, por lo que los médicos de la tripulación de vuelo de la NASA monitorean regularmente la salud de cada miembro de la tripulación durante una misión e individualizan las rutinas de dieta y acondicionamiento físico para dar prioridad a la salud y el estado físico durante su permanencia en el espacio.

¿Por qué los astronautas hacen ejercicio en el espacio?

Todos los astronautas a bordo del laboratorio en órbita participan en planes de ejercicio específicamente diseñados y similares a los de la Tierra. Para mantener su fuerza y resistencia, los miembros de la tripulación tienen programadas dos horas y media de ejercicio diario para sustentar su salud muscular, ósea, aeróbica y sensitivomotora. El equipo actual a bordo de la estación espacial incluye el Dispositivo Avanzado de Ejercicio Resistivo (ARED, por sus siglas en inglés), que imita el levantamiento de pesas; una cinta de correr, llamada T2; y el Cicloergómetro con Sistema de Aislamiento y Estabilización de Vibraciones (CEVIS, por sus siglas en inglés) para el ejercicio cardiovascular.

¿Qué función cumplen la alimentación y la nutrición en el apoyo a la salud de los astronautas?

La nutrición desempeña un papel fundamental en el mantenimiento de la salud y el rendimiento óptimo de un astronauta antes, durante y después de su misión. La alimentación también cumple un rol psicosocial durante la prolongada estancia de un astronauta a bordo de la estación espacial. Los expertos que trabajan en el Laboratorio de Sistemas de Alimentación Espacial de la NASA en el Centro Johnson en Houston desarrollan alimentos nutritivos y apetitosos. Los miembros de la tripulación tienen pueden complementar las opciones del menú estándar con sus platos favoritos personales, que pueden brindar un sabor hogareño.

NASA astronaut and Expedition 71 Flight Engineer Tracy C. Dyson is pictured in the galley aboard the International Space Station's Unity module showing off food packets from JAXA (Japan Aerospace Exploration Agency).
NASA

¿Cómo sabe la NASA si los astronautas están recibiendo los nutrientes adecuados?

Los nutricionistas y científicos de bioquímica nutricional de la NASA determinan los nutrientes (vitaminas, minerales, calorías) que los astronautas necesitan mientras están en el espacio. Este equipo lleva el registro de lo que come cada miembro de la tripulación mediante un programa de seguimiento basado en computadoras de tableta, que cada astronauta completa a diario. Los datos de la aplicación se envían semanalmente a los nutricionistas para controlar la ingesta dietética. El análisis de las muestras de sangre y orina de los astronautas que son tomadas antes, durante y después de las misiones espaciales es una parte crucial del estudio de cómo responden sus cuerpos a las condiciones únicas de los vuelos espaciales. Estas muestras proporcionan información valiosa sobre cómo cada astronauta se adapta a la microgravedad, la radiación y otros factores que afectan la fisiología humana en el espacio.

¿Cómo se entrenan los astronautas para trabajar juntos mientras están en el espacio?

Además de su capacitación técnica, los astronautas participan en la formación de destrezas de trabajo en equipo. Aprenden destrezas eficaces para la vida en grupo y cómo cuidarse y apoyarse unos a otros. Debido a su naturaleza remota y aislada, los vuelos espaciales de larga duración pueden dificultar el trabajo en equipo. Los astronautas deben mantener la conciencia situacional e implementar el programa de vuelo en un entorno en constante cambio. Por lo tanto, la comunicación efectiva es fundamental cuando se trabaja en equipo a bordo de la estación y con diferentes equipos de soporte en tierra. Los astronautas también deben ser capaces de comunicar información compleja a personas con diferente formación profesional. En última instancia, los astronautas son personas que viven y trabajan juntas a bordo de la estación y deben ser capaces de llevar a cabo un trabajo altamente técnico y resolver cualquier problema interpersonal que pueda surgir.

¿Qué sucede si hay una emergencia médica a bordo de la estación espacial?

Todos los astronautas reciben capacitación médica y tienen contacto regular con un equipo de médicos que vigilan de cerca su salud desde tierra. La NASA también mantiene una farmacia bien surtida y un conjunto de equipamientos médicos a bordo de la estación espacial para atender diversas afecciones y lesiones. Si una emergencia médica requiere volver a la Tierra, la tripulación regresará en la nave espacial que fue llevada a bordo para recibir atención médica urgente en tierra.

Expedition 69 NASA astronaut Frank Rubio is seen resting and talking with NASA ISS Program Manager Joel Montalbano, kneeling left, NASA Flight Surgeon Josef Schmid, red hat, and NASA Chief of the Astronaut Office Joe Acaba, outside the Soyuz MS-23 spacecraft after he landed with Roscosmos cosmonauts Sergey Prokopyev and Dmitri Petelin in a remote area near the town of Zhezkazgan, Kazakhstan on Wednesday, Sept. 27, 2023.
NASA/Bill Ingalls

Puedes obtener más información sobre la Dirección de Salud y Desempeño Humano de la NASA (en inglés) en:

www.nasa.gov/hhp

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      NASA’s UAVSAR airborne radar instrument captured data in fall 2024 showing the mo-tion of landslides on the Palos Verdes Peninsula following record-breaking rainfall in Southern California in 2023 and another heavy-precipitation winter in 2024. Darker red indicates faster motion.NASA Earth Observatory Analysis of data from NASA radar aboard an airplane shows that the decades-old active landslide area on the Palos Verdes Peninsula has expanded.
      Researchers at NASA’s Jet Propulsion Laboratory in Southern California used data from an airborne radar to measure the movement of the slow-moving landslides on the Palos Verdes Peninsula in Los Angeles County. The analysis determined that, during a four-week period in the fall of 2024, land in the residential area slid toward the ocean by as much as 4 inches (10 centimeters) per week.
      Portions of the peninsula, which juts into the Pacific Ocean just south of the city of Los Angeles, are part of an ancient complex of landslides and has been moving for at least the past six decades, affecting hundreds of buildings in local communities. The motion accelerated, and the active area expanded following record-breaking rainfall in Southern California in 2023 and heavy precipitation in early 2024.
      To create this visualization, the Advanced Rapid Imaging and Analysis (ARIA) team used data from four flights of NASA’s Uninhabited Aerial Vehicle Synthetic Aperture Radar (UAVSAR) that took place between Sept. 18 and Oct. 17. The UAVSAR instrument was mounted to a Gulfstream III jet flown out of NASA’s Armstrong Flight Research Center in Edwards, California, and the four flights were planned to estimate the speed and direction of the landslides in three dimensions.
      In the image above, colors indicate how fast parts of the landslide complex were moving in late September and October, with the darkest reds indicating the highest speeds. The arrows represent the direction of horizontal motion. The white solid lines are the boundaries of the active landslide area as defined in 2007 by the California Geological Survey.
      “In effect, we’re seeing that the footprint of land experiencing significant impacts has expanded, and the speed is more than enough to put human life and infrastructure at risk,” said Alexander Handwerger, the JPL landslide scientist who performed the analysis.
      The insights from the UAVSAR flights were part of a package of analyses by the ARIA team that also used data from ESA’s (the European Space Agency’s) Copernicus Sentinel-1A/B satellites. The analyses were provided to California officials to support the state’s response to the landslides and made available to the public at NASA’s Disaster Mapping Portal.
      Handwerger is also the principal investigator for NASA’s upcoming Landslide Climate Change Experiment, which will use airborne radar to study how extreme wet or dry precipitation patterns influence landslides. The investigation will include flights over coastal slopes spanning the California coastline.
      More About ARIA, UAVSAR
      The ARIA mission is a collaboration between JPL and Caltech, which manages JPL for NASA, to leverage radar and optical remote-sensing, GPS, and seismic observations for science as well as to aid in disaster response. The project investigates the processes and impacts of earthquakes, volcanoes, landslides, fires, subsurface fluid movement, and other natural hazards.
      UAVSAR has flown thousands of radar missions around the world since 2007, studying phenomena such as glaciers and ice sheets, vegetation in ecosystems, and natural hazards like earthquakes, volcanoes, and landslides.
      News Media Contacts
      Andrew Wang / Jane J. Lee
      Jet Propulsion Laboratory, Pasadena, Calif.
      626-379-6874 / 818-354-0307
      andrew.wang@jpl.nasa.gov / jane.j.lee@jpl.nasa.gov
      2025-012
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      En este fotograma de vídeo, Jason Dworkin sostiene un vial que contiene parte de la muestra del asteroide Bennu que la misión OSIRIS-REx (Orígenes, Interpretación Espectral, Identificación de Recursos y Seguridad – Explorador de Regolito) de la NASA trajo a la Tierra en 2023. Dworkin es el científico del proyecto de la misión en el Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA en Greenbelt, Maryland.Credit: NASA/James Tralie Read this release in English here.
      Los estudios de las rocas y el polvo del asteroide Bennu que fueron traídos a la Tierra por la nave espacial de la misión Orígenes, Interpretación Espectral, Identificación de Recursos y Seguridad – Explorador de Regolito (OSIRIS-REx, por sus siglas en inglés) de la NASA han revelado moléculas que, en nuestro planeta, son clave para la vida, así como un historial de la existencia de agua salada que podría haber servido como “caldo” para que estos compuestos interactuaran y se combinaran.


      Los hallazgos no muestran evidencia de vida, pero sí sugieren que las condiciones necesarias para el surgimiento de la vida estaban muy extendidas en todo el sistema solar primitivo, lo que aumentaría las probabilidades de que la vida pudiera haberse formado en otros planetas y lunas.


      “La misión OSIRIS-REx de la NASA ya está reescribiendo los libros de texto sobre lo que entendemos acerca de los comienzos de nuestro sistema solar”, dijo Nicky Fox, administradora asociada en la Dirección de Misiones Científicas en la sede de la NASA en Washington. “Los asteroides proporcionan una cápsula del tiempo sobre la historia de nuestro planeta natal, y las muestras de Bennu son fundamentales para nuestra comprensión de qué ingredientes en nuestro sistema solar existían antes de que comenzara la vida en la Tierra”.
      En artículos sobre esta investigación científica publicados el miércoles en las revistas Nature y Nature Astronomy, científicos de la NASA y otras instituciones compartieron los resultados de los primeros análisis en profundidad de los minerales y moléculas hallados en las muestras de Bennu, las cuales fueron transportadas a la Tierra por la nave espacial OSIRIS-REx en 2023.
      Como se detalla en el artículo de Nature Astronomy, entre las detecciones más significativas se encontraron aminoácidos (14 de los 20 que la vida en la Tierra utiliza para producir proteínas) y las cinco nucleobases (bases nitrogenadas) que la vida en la Tierra utiliza para almacenar y transmitir instrucciones genéticas en moléculas biológicas terrestres más complejas como el ADN y el ARN, incluyendo la forma de organizar los aminoácidos para formar proteínas.


      Los científicos también describieron abundancias excepcionalmente altas de amoníaco en las muestras de Bennu. El amoníaco es importante para la biología porque, en las condiciones adecuadas, puede reaccionar con el formaldehído, el cual también fue detectado en las muestras, para formar moléculas complejas como los aminoácidos. Cuando los aminoácidos se unen en cadenas largas, forman proteínas, las cuales impulsan casi todas las funciones biológicas.
      Estos componentes básicos para la vida detectados en las muestras de Bennu han sido hallados antes en rocas extraterrestres. Sin embargo, identificarlos en una muestra impoluta obtenida en el espacio respalda la idea de que los objetos que se formaron lejos del Sol podrían haber sido una fuente importante de los ingredientes precursores básicos para la vida en todo el sistema solar.


      “Las pistas que estamos buscando son muy minúsculas y se destruyen o alteran con mucha facilidad al exponerse al ambiente de la Tierra”, dijo Danny Glavin, científico principal de muestras en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland, y coautor principal del artículo publicado en Nature Astronomy. “Es por eso que algunos de estos nuevos descubrimientos no serían posibles sin una misión de retorno que trajera las muestras, sin medidas meticulosas de control de la contaminación y sin una cuidadosa curaduría y almacenamiento de este precioso material proveniente de Bennu”.


      Mientras que el equipo de Glavin analizó las muestras de Bennu en busca de indicios de compuestos relacionados con la vida, sus colegas, dirigidos por Tim McCoy, quien es curador de meteoritos en el Museo Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsonian en Washington, y Sara Russell, mineralogista cósmica en el Museo de Historia Natural de Londres, buscaron pistas sobre el entorno en el que se habrían formado estas moléculas. En un informe publicado en la revista Nature, los científicos describen, además, la evidencia que hallaron de un antiguo entorno propicio para poner en marcha la química de la vida.


      Desde calcita hasta halita y silvita, los científicos identificaron en la muestra de Bennu rastros de 11 minerales que se forman a medida que el agua que contiene las sales disueltas en ella se va evaporando a lo largo de extensos períodos de tiempo, dejando atrás las sales en forma de cristales sólidos.


      Se han detectado o ha habido indicaciones de la existencia de salmueras similares en todo el sistema solar, incluso en el planeta enano Ceres y la luna Encélado de Saturno.
      Aunque los científicos han detectado previamente varias evaporitas en meteoritos que caen a la superficie de la Tierra, nunca han visto un conjunto completo de sales sedimentadas que conservara un proceso de evaporación que podría haber durado miles de años o más. Algunos minerales presentes en Bennu, como la trona, fueron descubiertos por primera vez en muestras extraterrestres.


      “Estos artículos científicos realmente se complementan para tratar de explicar cómo los ingredientes de la vida se unieron para hacer lo que vemos en este asteroide alterado acuosamente”, dijo McCoy.
      A pesar de todas las respuestas que ha proporcionado la muestra de Bennu, quedan varias preguntas. Muchos aminoácidos se pueden producir en dos versiones de imagen especular, como un par de manos izquierda y derecha. La vida en la Tierra produce casi exclusivamente la variedad levógira (que va hacia la izquierda, o en sentido antihorario), pero las muestras de Bennu contienen una mezcla igual de ambas. Esto significa que, en la Tierra primitiva, los aminoácidos también podrían haber comenzado en una mezcla de iguales proporciones. La razón por la que la vida “giró hacia la izquierda” en lugar de hacia la derecha sigue siendo un misterio.
      “OSIRIS-REx ha sido una misión muy exitosa”, dijo Jason Dworkin, científico que trabaja en el proyecto OSIRIS-REx desde el centro Goddard de NASA y es coautor principal del artículo de Nature Astronomy. “Los datos de OSIRIS-REx añaden grandes pinceladas a una imagen de un sistema solar rebosante de potencial para la vida. ¿Por qué nosotros, hasta ahora, solo vemos vida en la Tierra y no en otros lugares? Esa es la pregunta verdaderamente cautivante”.


      El centro Goddard de la NASA proporcionó la gestión general de la misión, la ingeniería de sistemas y la garantía y seguridad de la misión OSIRIS-REx. Dante Lauretta, de la Universidad de Arizona en Tucson, es el investigador principal. Esa universidad dirige el equipo científico y la planificación y el procesamiento de datos de las observaciones científicas de la misión. Lockheed Martin Space en Littleton, Colorado, construyó la nave espacial y proporcionó las operaciones de vuelo. El centro Goddard y KinetX Aerospace fueron responsables de la navegación de la nave espacial OSIRIS-REx. La curaduría de OSIRIS-REx es llevada a cabo en el Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston. Las asociaciones internacionales para esta misión incluyen el instrumento de altímetro láser de OSIRIS-REx proveniente de la CSA (Agencia Espacial Canadiense) y la colaboración científica para las muestras del asteroide con la misión Hayabusa2 de la JAXA (Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial). OSIRIS-REx es la tercera misión del Programa Nuevas Fronteras de la NASA, el cual es gestionado por el Centro de Vuelo Espacial Marshall de la agencia en Huntsville, Alabama, para la Dirección de Misiones Científicas de la agencia en Washington.


      Para obtener más información sobre la misión OSIRIS-REx, visita el sitio web (en inglés):
      https://www.nasa.gov/osiris-rex
      -fin-
      María José Viñas /Karen Fox / Molly Wasser
      Headquarters, Washington
      240-458-0248
      maria-jose.vinasgarcia@nasa.gov / karen.c.fox@nasa.gov / molly.l.wasser@nasa.gov
      Rani Gran
      Centro de Vuelo Espacial Goddard, Greenbelt, Maryland
      301-286-2483
      rani.c.gran@nasa.gov
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      Last Updated Jan 29, 2025 EditorJessica TaveauLocationNASA Headquarters Related Terms
      NASA en español View the full article
    • By NASA
      NASA/Don Pettit On Jan. 10, 2025, NASA astronaut Don Pettit posted two images of the Los Angeles fires from the International Space Station. Multiple destructive fires broke out in the hills of Los Angeles County in early January 2025, fueled by a dry landscape and winds that gusted up to 100 miles per hour.
      See satellite imagery of the fires.
      Image credit: NASA/Don Pettit
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    • By NASA
      4 min read
      Preparations for Next Moonwalk Simulations Underway (and Underwater)
      Un detalle de la sonda de detección de impactos de la NASA resalta sus puertos de presión, diseñados para medir los cambios de presión del aire durante el vuelo supersónico. La sonda se montará en el F-15B de la NASA para realizar vuelos de calibración, validando su capacidad de medir las ondas de choque generadas por el X-59 para la misión Quesst de la NASA.NASA/Lauren Hughes Un F-15B de la NASA realiza un vuelo de calibración de una sonda de detección de impactos sobre Edwards, California, el 6 de agosto de 2024. La sonda medirá las ondas de choque del X-59 de la NASA.NASA/Steve Freeman Un F-15B de la NASA realiza un vuelo de calibración de una sonda de detección de impactos sobre Edwards, California, el 6 de agosto de 2024. La sonda medirá las ondas de choque del X-59 de la NASA.NASA/Steve Freeman Un F-15B de la NASA realiza un vuelo de calibración de una sonda de detección de impactos sobre Edwards, California, el 6 de agosto de 2024. La sonda medirá las ondas de choque del X-59 de la NASA.NASA/Steve Freeman Un F-15B de la NASA realiza un vuelo de calibración de una sonda de detección de impactos sobre Edwards, California, el 6 de agosto de 2024. La sonda medirá las ondas de choque del X-59 de la NASA.NASA/Steve Freeman Read this story in English here.
      La NASA pronto pondrá a prueba los avances realizados en una herramienta clave para medir los singulares ‘golpes sónicos’ que su avión supersónico silencioso de investigación X-59 producirá durante el vuelo.
      Una sonda de detección de impactoses una sonda de datos de aire en forma cónica desarrollada con características específicas para capturar las singulares ondas de choque que producirá el X-59. Investigadores del Centro de Investigación de Vuelo Armstrong de la NASA en Edwards, California, desarrollaron dos versiones de la sonda para recopilar datos precisos de presión durante el vuelo supersónico. Una de las sondas está optimizada para mediciones de campo cercano, capturando las ondas de choque que se producen muy cerca de donde las generará el X-59. La segunda sonda de detección de impactos medirá el centro del campo y recopilará datos a altitudes de entre 5.000 y 20.000 pies por debajo del avión.
      Cuando un avión vuela a velocidades supersónicas, genera ondas de choque que viajan a través del aire circundante, produciendo fuertes estampidos sónicos. El X-59 está diseñado para desviar esas ondas de choque, reduciendo los fuertes estampidos sónicos a golpes sónicos más silenciosos. Durante los vuelos de prueba, un avión F-15B con una sonda de detección de impactos acoplada a su morro volará con el X-59. La sonda, de aproximadamente 1,80 metros (6 pies), recolectará continuamente miles de muestras de presión por segundo, captando los cambios de presión del aire mientras vuela a través de ondas de choque. Los datos de los sensores serán vitales para validar los modelos informáticos que predicen la fuerza de las ondas de choque producidas por el X-59, la pieza central de la misión Quesst de la NASA.
      “Una sonda de detección de impactos actúa como fuente de la verdad, comparando los datos previstos con las mediciones del mundo real”, dijo Mike Frederick, investigador principal de la NASA para la sonda.
      Para la sonda de campo cercano, el F-15B volará cerca del X-59 a su altitud de crucero de aproximadamente 18.000 metros (55.000 pies), utilizando una configuración de “seguir al líder” que permitirá a los investigadores analizar ondas de choque en tiempo real. La sonda de campo medio, destinada para misiones separadas, recopilará datos más útiles a medida que las ondas de choque viajen más cerca al suelo.
      La capacidad de las sondas para captar pequeños cambios de presión es especialmente importante para el X-59, ya que se espera que sus ondas de choque sean mucho más débiles que las de la mayoría de los aviones supersónicos. Al comparar los datos de las sondas con las predicciones de modelos de computadora avanzados, los investigadores pueden evaluar con mayor precisión.
      “Las sondas tienen cinco puertos de presión, uno en la punta y cuatro alrededor del cono”, explica Frederick. “Estos puertos miden los cambios de presión estática a medida que el avión vuela a través de las ondas de choque, lo que nos ayuda a comprender las características de choque de un avión en particular”. Estos puertos combinan sus mediciones para calcular la presión local, la velocidad y la dirección del flujo de aire.
      Los investigadores pronto evaluarán actualizaciones de la sonda de detección de impactos de campo cercano a través de vuelos de prueba, en los que la sonda, montada en un F-15B, recopilará datos persiguiendo a un segundo F-15 durante un vuelo supersónico. Las actualizaciones de la sonda incluyen la colocación de los transductores de presión – dispositivos que miden la presión del aire en el cono – a sólo 5 pulgadas de sus puertos. Los diseños anteriores colocaban esos transductores a casi 3 metros (12 pies) de distancia, lo que retrasaba el tiempo de grabación y distorsionaba las mediciones.
      La sensibilidad a la temperatura de los diseños anteriores también presentó un desafío, ya que provocó fluctuaciones en la precisión cuando cambiaban las condiciones. Para solucionar esto, el equipo diseñó un sistema de calefacción para mantener los transductores de presión a una temperatura constante durante el vuelo.
      “La sonda cumplirá los requisitos de resolución y precisión de la misión Quesst”, afirmó Frederick. “Este proyecto muestra cómo la NASA puede tomar tecnología existente y adaptarla para resolver nuevos desafíos”.
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      Last Updated Dec 13, 2024 EditorDede DiniusContactNicolas Cholulanicolas.h.cholula@nasa.gov Related Terms
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    • By NASA
      Se espera que Panamá y Austria firmen los Acuerdos de Artemis el miércoles 11 de diciembre de 2024, con lo cual se alcanzarán los 50 signatarios. Los compromisos de los Acuerdos de Artemis y los esfuerzos de los firmantes por avanzar en la implementación de estos principios fomentan la exploración segura y sostenible del espacio.Crédito: NASA Read this release in English here.
      El miércoles 11 de diciembre, Panamá y Austria firmarán los Acuerdos de Artemis en la sede de la NASA en Washington. Tras las ceremonias de firma, el administrador de la NASA, Bill Nelson, se reunirá con los medios de comunicación para destacar avances de los acuerdos, entre ellos el haber alcanzado los 50 signatarios.
      Los actos comenzarán a las siguientes horas:
      11 a.m. hora del este (EST) – Nelson recibirá a José Miguel Alemán Healy, embajador de la República de Panamá en Estados Unidos, y a funcionarios del Departamento de Estado de EE.UU. para la ceremonia de firma de Panamá. 2 p.m. – Nelson recibirá a Petra Schneebauer, embajadora de la República de Austria en Estados Unidos, y a funcionarios del Departamento de Estado para la ceremonia de firma del acuerdo con Austria.
      2:30 p.m. – Nelson tendrá disponibilidad para los medios de comunicación para hablar sobre los Acuerdos de Artemis. Todos los eventos son presenciales. Los medios de comunicación interesados en asistir a los mismos deberán confirmar su participación antes de las 5 p.m. del martes 10 de diciembre a: hq-media@mail.nasa.gov. La política de acreditación de medios de comunicación de la NASA está disponible en línea (en inglés).
      Estados Unidos, liderado por la NASA con el Departamento de Estado, y otros siete países signatarios iniciales, establecieron los Acuerdos de Artemis en 2020, identificando un conjunto de principios que promueven el uso beneficioso del espacio para la humanidad. A fecha de hoy, 48 países han firmado los Acuerdos de Artemis, 39 de ellos durante la Administración Biden-Harris, incluyendo 15 nuevos firmantes en 2024.
      Los Acuerdos de Artemis se basan en el Tratado sobre el espacio ultraterrestre y en otros acuerdos, como el Convenio sobre registro, el Acuerdo sobre rescate y retorno, así como en las mejores prácticas y normas de comportamiento responsable que la NASA y sus socios han respaldado, incluida la divulgación pública de datos científicos.
      Las ceremonias tendrán lugar en el Auditorio James E. Webb de la agencia, situado en el vestíbulo oeste de la sede central de la NASA, en el edificio Mary W. Jackson, 300 E St. SW, en Washington.
      Más información (en inglés) sobre los Acuerdos de Artemis en:
      https://www.nasa.gov/artemis-accords
      -fin-
      Meira Bernstein / Elizabeth Shaw / María José Viñas
      Sede, Washington
      202-358-1600
      meira.b.bernstein@nasa.gov / elizabeth.a.shaw@nasa.gov / maria-jose.vinasgarcia@nasa.gov
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      Last Updated Dec 09, 2024 LocationNASA Headquarters Related Terms
      Artemis Accords NASA Headquarters Office of International and Interagency Relations (OIIR) View the full article
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