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El análisis de la NASA confirma que 2023 fue el año más cálido registrado


NASA

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Data visualization of global temperature anomalies progressing from 1880 to 2023 mapped onto Earth. The map uses color to represent anomalies, ranging from blue for below average temperatures, white for temperatures at baseline, and yellows ranging through oranges and reds to represent higher and higher than average temperatures. At the beginning of the time series, the map is primarily blues and whites, with a few spots of yellow, indicating that temperatures overall are below the baseline. As time progresses, the colors shift and move, with less and less blue and white and more and more yellow, then orange, and red. By 2023, the map is mostly yellow with lots of orange and red. The Arctic region, Europe, Asia, North America, central South America, and the Antarctic peninsula are all dark red, indicating the highest temperature anomalies.
Este mapa de la Tierra en 2023 muestra las anomalías de la temperatura global de la superficie, es decir, cuánto más cálida o más fría estuvo cada región del planeta en comparación con el promedio del período de 1951 a 1980. Las temperaturas normales se muestran en blanco, las superiores a las normales en rojo y naranja, y las inferiores a las normales en azul. Una versión animada de este mapa muestra la evolución de las anomalías de la temperatura global a lo largo del tiempo, desde 1880. Descarga esta visualización del Estudio de Visualización Científica Goddard de la NASA: https://svsdev.gsfc.nasa.gov/5207.
Credits: Estudio de Visualización Científica del Centro Goddard de la NASA

Read this release in English here.

En el año 2023, la temperatura promedio de la superficie de la Tierra fue la más cálida que se haya registrado, según un análisis de la NASA. Las temperaturas globales del año pasado estuvieron alrededor de 1,2 grados Celsius (2,1 grados Fahrenheit) por encima del promedio para el período de referencia de la NASA (de 1951 a 1980), informaron científicos del Instituto Goddard de Investigaciones Espaciales (GISS, por sus siglas en inglés) de la NASA en Nueva York.

“El informe de la temperatura global de la NASA y la NOAA confirma lo que miles de millones de personas alrededor del mundo experimentaron el año pasado: estamos frente a una crisis climática”, dijo el administrador de la NASA Bill Nelson. “Desde calor extremo, a incendios forestales, hasta el aumento del nivel del mar, podemos ver que nuestra Tierra está cambiando. Todavía queda trabajo por hacer, pero el presidente Biden y comunidades de todo Estados Unidos están tomando más medidas que nunca para reducir los riesgos climáticos y ayudar a las comunidades a ser más resistentes, y la NASA seguirá utilizando nuestra posición estratégica en el espacio para traer a la Tierra datos climáticos críticos que sean comprensibles y accesibles para todas las personas. La NASA y la Administración Biden-Harris están trabajando para proteger nuestro planeta y a sus habitantes, para esta generación y para la siguiente”.

En 2023, cientos de millones de personas en todo el planeta experimentaron calor extremo, y cada mes, de junio a diciembre, estableció un récord mundial para el mes respectivo. Julio fue el mes más caluroso jamás registrado. En general, la Tierra fue alrededor de 1,4 grados Celsius (o unos 2,5 grados Fahrenheit) más calurosa en 2023 que el promedio de finales del siglo XIX, cuando comenzó el mantenimiento de los registros modernos.

“El calentamiento excepcional que estamos experimentando no es algo que hayamos visto en la historia de la humanidad”, dijo Gavin Schmidt, director del GISS. “Se debe principalmente a nuestras emisiones de combustibles fósiles, y estamos observando sus impactos en las olas de calor, las lluvias intensas y las inundaciones costeras”.

Si bien los científicos tienen pruebas concluyentes de que la tendencia del planeta al calentamiento a largo plazo está impulsada por la actividad humana, siguen examinando otros fenómenos que pueden afectar los cambios anuales o plurianuales del clima, como El Niño, los aerosoles y la contaminación, y las erupciones volcánicas.

Normalmente, la mayor fuente de variabilidad interanual es el patrón climático oceánico El Niño-Oscilación del Sur, en el océano Pacífico. El patrón tiene dos fases, El Niño y La Niña, cuando las temperaturas de la superficie del mar a lo largo del ecuador cambian entre temperaturas más cálidas, promedio y más frías. En el período de 2020 a 2022, el océano Pacífico experimentó tres fenómenos consecutivos de La Niña, los cuales tienden a enfriar las temperaturas globales. En mayo de 2023, el océano pasó de La Niña a El Niño, lo que a menudo coincide con los años más calurosos en los registros.

Sin embargo, las temperaturas récord en la segunda mitad de 2023 ocurrieron antes del pico del actual fenómeno de El Niño. Los científicos esperan observar los mayores impactos de El Niño en febrero, marzo y abril.

Line graph with monthly temperature anomalies from each year from 1880 to 2023 growing across the graph to create a stacked bell shape. The Y-axis is labeled negative 3 degrees Celsius to 3 degrees Celsius and the X-axis has each month from January to December. As time goes on, the curved lines seem to stack higher and higher, and the colors of the lines change from white and light blue to light red, and then dark red. The 2023 line, a thicker red line than the others, rises high above the rest, especially starting in May and running through December, where there is space between it and the rest of the years.
Esta visualización de datos, que se actualiza mensualmente, muestra el ciclo estacional de variación de la temperatura en la superficie de la Tierra, y cómo esas temperaturas se desvían de la media entre 1951 y 1980. Los datos proceden del Análisis de la Temperatura Superficial del GISS y son de acceso público aquí. Las desviaciones estacionales de temperatura se basan en los datos del reanálisis MERRA-2 aquí.
Credits: Estudio de Visualización Científica del Centro Goddard de la NASA

Los científicos también han investigado los posibles impactos de la erupción de enero de 2022 del volcán submarino Hunga Tonga-Hunga Ha’apai, el cual arrojó vapor de agua y partículas finas, o aerosoles, a la estratosfera. Un estudio reciente descubrió que los aerosoles volcánicos, al reflejar la luz solar lejos de la superficie de la Tierra, provocaron un ligero enfriamiento general de unos 0,1 grados Celsius (menos de 0,2 grados Fahrenheit) en el hemisferio sur después de la erupción.

“Incluso con factores de enfriamiento ocasionales, como volcanes o aerosoles, seguiremos batiendo récords mientras las emisiones de gases de efecto invernadero sigan aumentando”, afirmó Schmidt. “Y, desafortunadamente, el año pasado nuevamente volvimos a establecer un nuevo récord de emisiones de gases de efecto invernadero”.

“El año récord de 2023 subraya la importancia de tomar medidas urgentes y continuadas para hacer frente al cambio climático”, declaró Pam Melroy, administradora adjunta de la NASA. “La legislación reciente ha proporcionado la mayor inversión climática del gobierno de EE.UU., incluyendo miles de millones para fortalecer la resiliencia de EE.UU. a los crecientes impactos de la crisis climática. En su calidad de agencia centrada en el estudio de nuestro clima cambiante, la flota de satélites de observación de la Tierra de la NASA seguirá proporcionando datos críticos de nuestro planeta a escala para ayudar a toda la gente a tomar decisiones informadas”.

Ciencia abierta en acción

La NASA prepara su registro de temperaturas utilizando los datos de la temperatura del aire de la superficie recopilados de decenas de miles de estaciones meteorológicas, así como datos de la temperatura de la superficie del mar adquiridos por instrumentos en barcos y boyas. Estos datos son analizados utilizando métodos que toman en cuenta el variado distanciamiento de las estaciones de temperatura en todo el mundo y los efectos del calor urbano que podrían sesgar los cálculos.

Los análisis independientes de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) y el Centro Hadley (parte de la Oficina Meteorológica del Reino Unido) concluyeron que las temperaturas globales de la superficie para 2023 fueron las más altas desde que comenzaron los registros modernos. Estos científicos utilizan gran parte de los mismos datos de temperatura en sus análisis, pero emplean diferentes metodologías. Aunque las clasificaciones pueden diferir ligeramente entre los registros, estos coinciden en términos generales y muestran el mismo calentamiento continuo a largo plazo en las últimas décadas.

Aprovechando medio siglo de investigaciones, observaciones, y modelos, la Administración Biden-Harris, incluyendo la NASA y varios socios federales, recientemente lanzaron el Centro de Gases de Efecto Invernadero de EE.UU. para que los responsables de la toma de decisiones y los ciudadanos puedan acceder fácilmente a datos climáticos críticos. Este centro apoya la colaboración entre agencias gubernamentales de EE.UU. y socios del sector privado y organizaciones sin fines de lucro, para poner a disposición en línea datos aéreos, terrestres y espaciales y recursos.

El conjunto completo de datos de la NASA sobre las temperaturas de la superficie global hasta 2023, así como los detalles con el código de cómo los científicos de la NASA llevaron a cabo sus análisis, están disponibles públicamente en el GISS. GISS es un laboratorio de la NASA administrado por la División de Ciencias de la Tierra en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la agencia en Greenbelt, Maryland. Este laboratorio está afiliado al instituto de la Tierra y la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de Columbia en Nueva York.

Para más información sobre la NASA, visita:

https://www.nasa.gov/es

María José Viñas / Karen Fox
Sede, Washington
240-458-0248 / 202-358-1600
maria-jose.vinasgarcia@nasa.gov / karen.fox@nasa.gov

Peter Jacobs
Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA
Greenbelt, MD
301-286-0535
peter.jacobs@nasa.gov

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      Para obtener más información sobre las asociaciones internacionales de la NASA (en inglés), visita:
      https://www.nasa.gov/oiir
      -fin-
      Meira Bernstein / Elizabeth Shaw
      Headquarters, Washington
      202-358-1600
      meira.b.bernstein@nasa.gov / elizabeth.a.shaw@nasa.gov
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      Last Updated Nov 14, 2024 EditorJessica TaveauLocationNASA Headquarters Related Terms
      Office of International and Interagency Relations (OIIR) Artemis Accords Sounding Rockets View the full article
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      Credit: NASA NASA, on behalf of the National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA), has selected Southwest Research Institute of San Antonio to build three coronagraphs for the Lagrange 1 Series project, part of NOAA’s Space Weather Next program.
      Once operational, the coronagraphs will provide critical data to NOAA’s Space Weather Prediction Center, which issues forecasts, warnings, and alerts that help mitigate space weather impacts, including electric power outages and interruption to communications and navigation systems.
      This cost-plus-fixed-fee contract is valued at approximately $60 million, and the anticipated period of performance is from this November through January 2034, concluding after launch of the second coronagraph aboard a NOAA spacecraft. The third coronagraph will be delivered as a flight spare.
      This contract award marks a transfer of coronagraph development from the government to the U.S. commercial sector. The contract scope includes design, analysis, development, fabrication, integration, test, verification, and evaluation of the      coronagraphs; launch support; supply and maintenance of ground support equipment; and support of post-launch instrument operations at the NOAA Satellite Operations Facility. The work will take place at Southwest Research Institute’s facility in San Antonio.
      The coronagraphs will observe the density structure of the Sun’s faint outermost atmosphere — the corona — and will detect Earth-directed coronal mass ejections shortly after they erupt, providing the longest possible lead time for geomagnetic storm watches. With this forewarning, public and private organizations affected by space weather can take actions to protect their assets. The coronagraphs will also provide data continuity from the Space Weather follow-on Lagrange 1 mission.
      NASA and NOAA oversee the development, launch, testing and operation of all the satellites in the project. NOAA is the program owner providing the requirements and funding along with managing the program, operations, data products, and dissemination to users. NASA and its commercial partners develop and build the instruments, spacecraft, and provide launch services on behalf of NOAA.
      For information about NASA and agency programs, visit:
      https://www.nasa.gov
      -end-
      Abbey Donaldson
      Headquarters, Washington
      202-358-1600
      Abbey.a.donaldson@nasa.gov
      Jeremy Eggers
      Goddard Space Flight Center, Greenbelt, Md.
      757-824-2958
      jeremy.l.eggers@nasa.gov
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    • By NASA
      Johnson Space Center Vibration Test FacilityNASA Nov. 14, 2024
      NASA Johnson Invites Proposals to Lease Vibration Test Facility
      NASA’s Johnson Space Center is seeking proposals for the use of its historic, but underused, Vibration and Acoustic Test Facility. Prospective tenants must submit facility walk-through requests by Monday, Nov. 18.
      Final proposals are due by 12 p.m. EST Monday, Dec. 16, and must promote activities that will build, expand, modernize, or operate aerospace-related capabilities at NASA Johnson and help preserve the historic and iconic building through preservation and adaptive reuse.
      NASA plans to sign a National Historic Preservation Act (NHPA) lease agreement for the facility, also known as Building 49, for a five-year base period and one five-year extension to be negotiated between NASA and the tenant. To request a walk-through, send an email to hq-realestate@mail.nasa.gov.
      “This historic facility has been used for decades to ensure the success and safety of all human spaceflight missions by putting engineering designs and hardware to the ultimate stress tests,” said NASA Johnson Director Vanessa Wyche. “For more than 60 years, NASA Johnson has been the hub of human space exploration and this agreement will be a vital part of the center’s efforts to develop a robust and durable space economy that refines our understanding of the solar system and space exploration.”
      All proposals must adhere to the guidelines detailed in the Agency Announcement for Proposals describing concept plans for development of the property, including any modifications proposed to the building; a statement of financial capability to successfully achieve and sustain operations, demonstrated experience with aerospace-related services or other space-related activities, and a detailed approach to propelling the space economy.
      The nine-story building complex has a gross square footage of 62,737 square feet and consists of a north wing measuring 62 feet long, 268 feet wide and 106 feet tall, and a central wing about 64 feet long and 115 feet wide. Building 49 currently houses five laboratories, including the General Vibration Laboratory, Modal Operations Laboratory, Sonic Fatigue Laboratory, Spacecraft Acoustic Laboratory, and Spacecraft Vibration Laboratory. The south administrative portion of the building is not included in the property offered for lease. 
      As the home of Mission Control Center for the agency’s human space missions, astronaut training, robotics, human health and space medicine, NASA Johnson leads the way for the human exploration. Leveraging its unique role and location, the center is developing multiple lease agreements, including the recently announced Exploration Park, to sustain its key role in helping the human spaceflight community foster a robust space.
      In the coming years, NASA and its academic, commercial, and international partners will see the completion of the International Space Station Program, the commercial development of low Earth orbit, and the first human Artemis campaign missions establishing sustainable human presence on the Moon in preparation for human missions to Mars.
      Johnson already is leading the commercialization of space with the commercial cargo and crew programs and private astronaut missions to the space station. The center also is supporting the development of commercial space stations in low Earth orbit, and lunar-capable commercial spacesuits and lunar landers that will be provided as services to both NASA and the private sector to accelerate human access to space. Through the development of Exploration Park, the center will broaden the scope of the human spaceflight community that is tackling the many difficult challenges ahead.
      Learn more about NASA Johnson’s efforts to collaborate with industry partners:
      https://www.nasa.gov/johnson/frontdoor
      -end-
      Kelly Humphries
      Johnson Space Center, Houston
      281-483-5111
      kelly.o.humphries@nasa.gov
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    • By NASA
      Peru’s Vice Minister of Defense Policies for Ministry of Defense César Medardo Torres Vega, NASA Administrator Bill Nelson, and Director of Peru’s National Commission for Aerospace Research and Development (CONIDA) Maj. Gen. Roberto Melgar Sheen meet in Lima, Peru, Nov. 14, 2024, where the U.S. and Peru signed a memorandum of understanding agreeing to study a potential sounding rocket campaign.Credit: U.S. Embassy Peru NASA and Peru’s National Commission for Aerospace Research and Development (CONIDA) laid the groundwork for a potential multi-year scientific rocket launch campaign in the South American country.
      Both countries signed a non-binding memorandum of understanding Thursday that includes safety training, a joint feasibility study for the potential campaign, and technical assistance for CONIDA on sounding rocket launches. Sounding rockets are small, low-cost rockets that provide suborbital access to space.
      “We are excited to look at the possibility of once again launching sounding rockets from Peru,” said NASA Administrator Bill Nelson, who signed on behalf of the United States. “This agreement deepens our international partnership with Peru and the scientific research we conduct because of the country’s location along the magnetic equator. Together we will go farther.” 
      Maj. Gen. Roberto Melgar Sheen, head of CONIDA, signed on behalf of Peru. Brian Nichols, assistant secretary for Western Hemisphere Affairs for the U.S. State Department, and Stephanie Syptak-Ramnath, U.S. ambassador to Peru, also participated, among other Peruvian officials. The event took place during the week of the Asia-Pacific Economic Cooperation forum beginning Nov. 9 in Lima.
      During his visit to Peru, Nelson also discussed the importance of international partnerships and collaboration in space and celebrated Peru’s signing of the Artemis Accords earlier this year.
      The United States and Peru have a long history of space cooperation. NASA conducted sounding rocket campaigns at CONIDA’s Punta Lobos launch base in 1975 and 1983.
      NASA uses sounding rockets to carry scientific instruments into space on suborbital flights to collect important science data and test prototype instruments. They yield invaluable data that enhance our understanding of Earth’s atmosphere and weather, our solar system, and the universe, and test equipment for deeper space travel.
      Understanding our Earth’s atmosphere and how it is influenced by the Sun is crucial to protecting ground and space-based assets that we rely on every day, from the power grid to weather data and even navigation. 
      For more information about NASA’s international partnerships, visit:
      https://www.nasa.gov/oiir
      -end-
      Meira Bernstein / Elizabeth Shaw
      Headquarters, Washington
      202-358-1600
      meira.b.bernstein@nasa.gov / elizabeth.a.shaw@nasa.gov
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      In the unforgiving lunar environment, the possibility of an astronaut crewmember becoming incapacitated due to unforeseen circumstances (injury, medical emergency, or a mission-related accident) is a critical concern, starting with the upcoming Artemis III mission, where two astronaut crewmembers will explore the Lunar South Pole. The Moon’s surface is littered with rocks ranging from 0.15 to 20 meters in diameter and craters spanning 1 to 30 meters wide, making navigation challenging even under optimal conditions. The low gravity, unique lighting conditions, extreme temperatures, and availability of only one person to perform the rescue, further complicate any rescue efforts. Among the critical concerns is the safety of astronauts during Extravehicular Activities (EVAs). If an astronaut crewmember becomes incapacitated during a mission, the ability to return them safely and promptly to the human landing system is essential. A single crew member should be able to transport an incapacitated crew member distances up to 2 km and a slope of up to 20 degrees on the lunar terrain without the assistance of a lunar rover. This pressing issue opens the door for innovative solutions. We are looking for a cutting-edge design that is low in mass and easy to deploy, enabling one astronaut crewmember to safely transport their suited (343 kg (~755lb)) and fully incapacitated partner back to the human landing system. The solution must perform effectively in the Moon’s extreme South Pole environment and operate independently of a lunar rover. Your creativity and expertise could bridge this critical gap, enhancing the safety measures for future lunar explorers. By addressing this challenge, you have the opportunity to contribute to the next “giant leap” in human space exploration.
      Award: $45,000 in total prizes
      Open Date: November 14, 2024
      Close Date: January 23, 2025
      For more information, visit: https://www.herox.com/NASASouthPoleSafety
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